1.10.08

SUB DECLARACIÓN V





Ya está cansado de que se le persiga. Que se le vilipendie, todas las noches. Ya no hay fuga posible. Ya no quiere batallar, cigarro tras cigarro, con la muerte que lo ve desde la calle. Él, en su balcón, adusto le arroja las colillas. La muerte escapa al hombre, se muere primero. Con todo el oprobio del mundo, se le ríe en la cara. Ya no más temor al frío, al desprecio, al fuego, al incienso, al ser.




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