19.5.08

SUB DECLARACIÓN IV


Soy un percutor.
Soy un astrolabio.
No soy capitán de nave alguna.
De acero, de fuego, de ácido es mi navego.
Corroo. Dirijo hacia la cascada, al áisberg.
Yunque, no me detengo,
caigo y arrastro imán,
hormigas y arena a voluntades miles.
No respeto: pinche lectura, pinche escritura, las aguas me traguen. Temeré los terrores de la noche, la flecha que vuela de día, la peste que acecha en las tinieblas, la plaga que devasta a pleno sol. Caerán mil a mi izquierda y diez mil a mi derecha, seré alcanzado: no hay escudo ni coraza. Veré el castigo de los malos. Me alcanzará todo mal, todas las plagas se acercarán a mi carpa, nadie me cuidará en todos mis caminos. Tropezaré contra toda piedra; caminaré sobre leones y víboras, pisotearé cachorros de león, serpientes y alacranes. Me arrastraré por mi mismo sobre mi mismo mil veces mil mil veces.
(Sentado en el Salmo 91).

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio