seis (reino selva)
Con poder la vaina
roba litros
nuestras risas.
Vida luciérnaga
envidia en grises
la tarde
acomodada.
Luz,
luz y ceguera
alfombra horadada
por el fuego terso;
el andar al río
al bordear su lengua
fresco de plantas, suave,
savia entre los dedos.
Rodea con luces
y muele dolores,
ni en vano ni en fin
costará el descaro
esta caída de siglos.
Con los años
el reino atropella sus testigos,
devuelve ídolos
y caen sus fiestas.
Las tardes de sombra y grano
tuestan los espasmos
del doliente, el fiel
y el abrigo.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio