SUBDECLARACIÓN XII
Mas desligado de la muerte advierte su injusta condena, en buena hora anuncia su retiro voluntario de esta vida. Convierte los hilos de la cuerda en los dedos del bueno de dios, y su sangre la recicla sobre las enaguas de las ricachonas que convienen en mentar con descaro las culpas infundadas. Habíase dicho que con nada cooptaría su tristeza. Luego, soportó el escarnio y la mofa de sus amigos. Ya así, empecinado en permanecer en el ostracismo sentimental, tomó la cicuta y pagó el gallo que debía.
1 comentarios:
Buenísimo, aunque no creo que haya sido voluntario su abandono. Era más bien necesario.
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