28.9.09

Sol de horas



Una vez ganado aquel tercer lugar, ya no tenía límites (eso pensaba), al haber significado todo para mi, no había presión por vencer a los que siempre, siempre ganaban (los amigos del consejo editorial de la revista algomás y los amigos favoritos de la mafia de la facultad de filosofía). Así que al año siguiente, decidí volver a mandar un texto, más pequeño que el anterior, una especie de haiku. Se me acababa la estancia de estudiante, y la vida me había sonreído (eso cree uno a los 23 años). Me mudaba de ciudad, me iba al clima desértico (sí, ya sé que es húmedo) de Culiacán. Arena, sol, nada, nadie. Iba yo solo, sólo con mi primer lugar en poesía.

Se abre en la arena
un espejismo
donde se me hunde el cuerpo
y caigo grano a grano
degustando el tiempo.

Abril de 1998. Pseudónimo: Compay Segundo (personaje a quien pocos conocían en México).

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