Olivar (para los caídos en Gaza)
Sirenas,
que en tierra han de doler.
Sirenas que gritan la huída y erigen escondrijos.
Ya vienen por tus olivos,
por tu libros,
ya vienen por ti
para dormir en círculos;
entre polvo y rezos,
la llamada a gritos del infortunio
es propia de tu naturaleza,
entre polvos y rezos,
la emboscada tunde al espíritu
y sólo queda el desierto
y la fe muerta.