Mapa do ceu
Viajo con la mirada enarbolada
que se engarza con algodones y pies suspendidos,
en cada vuelco y resguardo,
en cada voz negra y espesa que te espanto.
Déjame caer de boca,
déjame quitarme el diablo.
Ponme crucificado entre tus manos,
déjame en ácido,
déjame abandonado.
Me golpeo el pecho por decirte lo que hago,
lo que espeto y lo que odio.
Soy un caballo desbocado,
sin techo, ni luz ni establo.