14.5.08

SUB DECLARACIÓN II


Cuando me persiguen los que me persiguen, soy el huso que ovillo circunnavega el miedo a miles de nudos-sangre y que no se deja asir ni con las cuerdas, redes o anclas de mi propio ostracismo. Uf. Abajo, en los suelos sueños marinos del mundo, la respiración es compuerta que poco oxígeno deja para flotar lógico. Todas las palabras son granos de sal azaroso flotadores y que convergen en mi ritmo. Hoy así, mañana quién sabe. No hay sueño… mejor, así no sueño.

Descalzo en mi propio mar, a la deriva en este pordebajo, es difícil hallar puerto razonable. Es la presión, el malsueño y la vigilia recargada en el periscopio la que me mata. La que anega toda lógica de escribir.

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